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Kevin, que no tenía idea de antemano, quedó profundamente conmovido por la escena frente a él cuando entró a la sala de conferencias. La mesa estaba cubierta de flores y una hermosa tarta de cumpleaños, rodeada de colegas sonrientes.
En medio de los aplausos de sus colegas, Kevin apagó las velas de su pastel de cumpleaños y pidió un deseo. Esta ceremonia tradicional no es sólo una celebración del envejecimiento, sino también una mirada hacia el futuro.
Al finalizar la fiesta, Kevin se tomó una foto con sus compañeros, dejando un recuerdo imborrable de este feliz día. Todos en la foto tienen una sonrisa feliz en el rostro. Atesoraremos estos preciosos momentos para siempre.
Gracias a Kevin y a todos los miembros del equipo por su arduo trabajo y contribución, esperamos vivir más momentos cálidos y llenos de energía en el futuro.
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